De hecho, considerar que entre más tiempo se trabaje es más productivo es una idea vieja y errónea. En la actualidad, las empresas deberían de valorar los resultados más que el tiempo trabajado.
Un momento break te ayuda a despejar la mente y refrescar ideas. Además, esos breves instantes elevan la sensación de satisfacción personal, reafirmando así el compromiso con las responsabilidades que se tienen en la empresa.
Por ello, a pesar de los días atareados y complejos en el trabajo, es ideal tener breves pausas para no sentirse abrumados. Se trata de lograr un equilibrio entre las cuestiones laborales y algunos descansos para obtener mejores resultados.
Tener varios momentos de break durante el día permite al personal descansar y reactivarse de distintas formas. Puede procurar una pausa en el trabajo para realizar una actividad física, como caminar o incluso hacer estiramientos que ayuden a eliminar la tensión del cuerpo.
Otro tipo de descanso es la interacción social, que es necesario para desconectarse de las actividades rutinarias del trabajo. Platicar y convivir con los compañeros también ayuda a reforzar el sentimiento de pertenencia.
De igual manera se puede tener un momento de break más personal e íntimo. Este se da, por ejemplo, cuando se dejan brevemente las labores para leer un libro, escuchar una canción o ver un video, mientras se toma una taza de café o se saborea un chocolate.